miércoles, 15 de septiembre de 2010

Baal

Cuando el verano pálido y suave se aleja flotando y ellas están empapadas de amor como esponjas, se convierten de nuevo en animales, malvados y pueriles, deformes con sus vientres abultados y sus pechos colgantes y con brazos pegajosos como viscosos pólipos, y sus cuerpos se desintegran y debilitan hasta morir. Y paren con gritos monstruosos, como si se tratase de un nuevo universo, un pequeño fruto. Vomitarán entre sufrimientos lo que un día absorbieron con lujuria. Hay que tener dientes; entonces el amor es como cuando se muerde una naranja y el jugo nos chorrea entre los dientes. (...) Y el amor es como cuando se deja flotar el brazo desnudo en el agua de un estanque, con algas entre los dedos; como el tormento que empieza a cantar gimiendo ante el árbol borracho sobre el que cabalga el viento salvaje; como un ahogarse a sorbos de vino en un día caluroso, cuando el cuerpo de ella nos penetra como un vino muy fresco en todos los repliegues de la piel, las articulaciones son suaves como plantas al viento, y la violencia del choque, que cederá, es como volar contra la tempestad, y el cuerpo de ella rueda sobre ti como grava fría. Pero el amor es también como un coco, que es bueno mientras está fresco, y hay que escupir cuando el jugo ha sido exprimido y queda sólo la pulpa, que sabe amargo. Pero ya me he cansado de la canción. 

jueves, 9 de septiembre de 2010

Un día antes

Nervios. Nervios. Nervios.

Ahora mismo ella es un matojo de nervios. Entre los nervios y la falta de sueño de tres días, la combinación era explosiva. Además, echaba de menos todo. TODO. Lo que hacía que le dieran ganas de llorar, y parecía la Zarzamora "llora que llora por los rincones". Peor bueno, es normal, se juega mucho y lo sabe. Todo el mundo la anima, y lo agradece, de verdad, pero los nervios, desgraciadamente, siguen ahí.

En parte no está tan mal tener nervios, así ella se mantiene en un estado de "alerta permanente" como diría Ojoloco Moody. Jeje.

Aparte de todo es, decir que está muy feliz (en contraposición con los nervios), porque sus padres la visitan el fin de semana. Y lo necesita. Mucho.

No sabe porqué pero algo, dentro de ella, aunque sea pequeñito, le dice que todo va a salir bien. Y eso es lo que le hace mantener la compostura.  

martes, 7 de septiembre de 2010

El 7 de septiembre

Parece mentira
que después de tanto tiempo
rotos nuestros lazos
sigamos manteniendo
la ilusion en nuestro
aniversario

La misma mesita
que nos ha visto amarrar
las manos por debajo
cuida que el rincón
de siempre
permanezca reservado

Y aunque la historia se acabo
hay algo vivo en este amor
que aunque empeñamos en soplar
hay llamas que ni con el mar

Las flores de mayo
poco a poco cederán
a las patas de gallo
y nos buscaremos con los ojos
por si que queda algo

El 7 de septiembre es
es nuestro aniversario
y no sabemos si besarnos
en la cara o en los labios

El 7 de septiembre...


http://www.youtube.com/watch?v=L68gzBUKgcU 

lunes, 6 de septiembre de 2010

Colores

Es curioso, mucho. La sensación que tiene una persona cuando otra que nunca le ha dado demasiado cariño, de repente, se lo da. Así porque sí. Es una extraña sensación en la que piensa si lo hace porque quiere algo, por interés, o porque no le queda más remedio si se quieren llevar bien. Curioso, muy curioso.

Haciendo revisión al fin de semana, ella se da cuenta de que ha sido un poco... No sabe cómo definirlo. ¿Aburrido? ¿Estresante? ¿Agobiante? Sobretodo el domingo. Una locura.


En el camino de vuelta a casa en el autobús se da cuenta de que se está acostumbrando a Valencia. Ya no le parece una "tierra hostil" como hace dos meses. Ahora incluso podría llegar a tener la sensación de que pertenece allí, y no es mentira del todo. Una parte de ella es y será valenciana, quiera o no; ya se vio cuando se emocionó con las fallas. Y, ¿por qué no? Es una ciudad bonita, acogedora, y la gente es muy maja. Cada vez está más convencida, y va viendo las cosas de otro color, un color más bonito y optimista. ¿Verde? ¿Azul? ¿Amarillo? No lo sabe, lo que sí sabe es que ése color combina a la perfección con ella. 

Pero bueno, ahora sólo tiene que pensar que queda nada para el viernes, y tiene que ponerse las pilas.

Ahora viene lo bueno. 

jueves, 2 de septiembre de 2010

El autobús

Un poco de música, no está mal. Ayer se quedó sin música porque su iPod había decidido estar sin batería. Genial.

Y es que 35 minutos de camino en autobús requiere algo de acompañamiento, si no, el camino se hace más largo de lo que es.

La verdad es que el día no había comenzado bien del todo. Y la noche tampoco, mosquitos. Los malditos mosquitos. Y a las ocho de la mañana un vecinito haciendo obras. Ganas de matar aumentando.

Para más inri, llueve. Pero a eso de las once parece que se recompone. Llega la hora de ir a la academia sin nada interesante.


Se va tranquila, espera el bus. Mira el bolso. Mierda. Corre. Se ha dejado el móvil, estupendo. Menos mal que ha salido con tiempo, y que el autobús tampoco ha llegado tarde
.
El bus. Es lo que más le cansa. Coger el bus para hacer 35 minutos de ida y otros 35 de vuelta. Aunque el bus es muy curioso, suben y bajan un montón de personas al día, y cada una con sus problemas, sus historias, miles de mundos recogidos en un solo medio de transporte. Gente que habla por el móvil, otros sonríen sin ninguna razón, la mayoría están serios, sin mantener contacto visual con nadie. Porque no interesa, supone ella. Es más, ella misma está en un asiento individual. En el fondo, todo el mundo es un poco antisocial.

Le quedan nueve días para la primera prueba de fuego. Todo esto lo piensa mientras en su iPod suena un poco de Spring Awakening (musical muy recomendado). Eso significa que tiene que estudiar ya. Aunque siempre ha sido una niña muy aplicada. Esperemos que no haya ningún problema.

"Take a breath" dice la canción que suena en ese momento. Será cuestión de hacer caso, que las canciones son muy sabias.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Diez horas más tarde


Su vida empezaba ese día. Todavía no estaba muy claro el lugar exacto, pero sabía que ahí era dónde tenía que estar. Porque la vida la ha traído hasta aquí por algo, la lleva lejos y ella a veces no lo veía. Pero ahora sí, ahora estaba todo claro. Ése era el momento, ése era su turno. Y no lo iba a dejar pasar.

Irse de su hogar había sido el principio. Eso era lo más duro de todo. Dejar atrás su vida, dejar atrás a las personas que quiere. Primero sus amigos. Los mejores amigos del mundo, únicos e irepetibles. Ellos son sus momentos graciosos, sus momentos tristes, y todos los momentos de su vida.

Su novio. Amigo, amante, compañero, punto de apoyo, "cuenta chistes-malos"...

Y sus padres. Cómo le costaba tener que separarse de ellos, qué difícil y doloroso es madurar, hacerse mayor y comenzar tu vida, la tuya de verdad.

Comenzar desde cero, con ayuda, pero hacerlo tú. Aprender lo que es la verdadera vida, ésa tan perra de las que muchos hablan. Aunque ella no quiere pensarlo así.

Ahora es el turno de estudiar, aprobar, y encontrar casa. ¡Ah! Por supuesto, casi se me olvida, y trabajo.

Son muchas cosas que hacer en un sólo mes, verdad? Y más con un musical que hacer en las espaldas. Pero bueno, ¿qué mejor manera de empezar una vida? Y como diría P. "Esto en el piso, sí"

Pensamientos desde la puerta de embarque


Y allí estaba ella, sentada, esperando en la puerta de embarque. Su futuro comenzaba. Un futuro que había tardado demasiado, pero que ahora estaba demasiado cerca; un futuro muy esperado, pero a la vez temido.

Sí, la asustaba, y mucho.

Había superado muchas cosas como para que ahora saliera mal, pero exactamente, ¿qué puede salir mal? Ella cree que nada, o eso quiere pensar, pero aún así tiene miedo. Un miedo prudente y sensato, un miedo que la ayudaría a mantener los pies en el suelo , un miedo que no le dejaría olvidar lo más importante.

Había muchas cosas que no se podían olvidar. El esfuerzo, el sufrimiento, la capacidad de no rendirse... Eso sí que no. Jamás. Y lo está demostrando. Como siempre le ha dicho su madre, hay pocas cosas de las que una está segura. Una de esas cosas es que pase lo que pase, sea dónde sea, no se rendiría. Porque es una luchadora nata, y rendirse no forma parte de ella, de su forma de ser.

Y así va a ser, así va a hacer, así va a actuar. Sin mirar atrás, porque tiene una meta, y va a alcanzarla, porque le toca a ella.