Solo o acompañado

Estar sola no significa sentirse sola. Al igual que estar rodeada de gente, puede no significar sentirse querido. 

Hay momentos en los que estás sola, y sientes el calor de alguien que te quiere. 

Hay momentos en los que estás sola, y no sientes nada. 

Momentos en los que estás con gente, riendo, disfrutando, compartiendo cosas, y sientes que es el sitio más feliz de la tierra. 

Momentos en los que estás con gente, riendo, disfrutando, compartiendo cosas, y sientes que por dentro hay un vacío inmenso. 

Vacíos que no puedes llenar. Vacíos que aparecen por un día de bajón, porque tienes la regla y te afecta, o simplemente porque sí. 

Porque así somos. No necesitamos una razón en especial para deprimirnos, y al segundo siguiente ser las personas más alegres del mundo. Puedo estar ahora con la cara más larga del universo, que te prometo, que dentro de cinco minutos me verás con la sonrisa más bonita que puedas ver. 

Volubles. 

Inestables. 

Contradictorios. 

Personas. 

Somos así. 

El rock de antes

Ya no se hace rock como el de antes. 

Los rockeros de ahora no son como los de antes. Ahora los rockeros son bastante light, en comparación. Jimi Hendrix, una fuerza de la naturaleza, Eric Clapton, considerado un dios, Bob Dylan, siendo como un Rolling Stone... 

Volvamos a crear. Imaginemos que no se ha inventado todavía esa maravillosa combinación de rabia e instrumentos. Seamos libres haciendo la música que nos gusta. Porque la música es la que mueve el mundo. 
¿Dónde han quedado esos años de los Beatles? A nadie ya le importa si ella te quiere o no, que lo que necesitas es amor, que mi guitarra llora suavemente, o que todos podemos ser ese "nowhere man" buscando su "nowhere land"

Entre dos personas se puede crear ese rock, esos sentimientos que se ponían en cada nota, en cada armonía. Dos personas juntas pueden crear el rock más duro que haya existido jamás.

Debo decir que esta ha sido una noche de un día bastante duro. Vayámonos juntos a hacer rock. Buen rock. El rock de antes. 

La meta en la vida

¿Alguna vez te has imaginado a ti mismo dentro de 10 años? 

Yo sí. Y sé cómo me quiero ver. 

Ir a ver un musical, disfrutar, y pensar: si estoy disfrutando de este lado del escenario, imagínate en el otro. Si me emociono viendo cómo la gente aplaude, cómo la gente se levanta, imagínate si algún día me aplauden a mí. Si cuando acaba una obra, voy a ver a los actores, nerviosa, a pedir fotos y autógrafos, imagínate cuando salga yo y se acerque una niña pequeña ilusionada y nerviosa pidiéndome una foto mientras su madre me dice "enhorabuena". 

Espero algún día conseguir algo así, de verdad lo digo. No quiero fama ni nada por el estilo, sólo poder estar haciendo una cosa que me hace feliz, y que puede hacer feliz a la gente que lo ve. 

Por mucho que os pongan problemas, trabas, obstáculos, lo que sea, nunca, y repito, NUNCA, dejéis de creer en vuestros sueños, en vuestras metas.

 En cuanto te rindes, estás perdido. 

La media naranja

"Todos encontramos nuestra media naranja"

¿Qué pasaría si tu media naranja está al otro lado del mundo? Que nunca la vas a poder conocer, que nunca va a saber de tu existencia, o tú nunca de la suya. Muchas veces creemos que encontramos el amor, pero al pasar el tiempo, te das cuenta de que no es así. ¿Eso significa que hemos estado con la media naranja de otra persona? ¿Malgastando el tiempo de un medio para encontrar su otro medio? Malgastando nuestro propio tiempo para encontrar a nuestro medio.

Una vez leí una historia griega, que decía que Zeus había creado a las personas con 8 extremidades y 2 cabezas, y que por la vanidad de las personas, decidió cortarlos por la mitad, condenándoles así a buscar su otra mitad. 

Y así estamos, condenados a buscar. Buscar con resultados, o búsquedas infructuosas. 

La gente empieza a quedarse con una media manzana. Pero yo soy alérgica, así que supongo que tendré que buscar mi medio pomelo.