lunes, 28 de febrero de 2011

¡Guau!

El perro, animal de compañía, amigo del hombre... ¡Fiel compañero! Compañero de aventuras, de juegos, de risas, de amor ese que nunca se va. Que siempre vuelve, que "nunca lo haría", que te sigue, te espera, te adora, te comprende, te escucha (aunque no entienda ni una sola palabra de lo que dices, pero te
mira y ya es suficiente), que cuando te duele algo está ahí para curarte... Un perro.
Existen muchas clases de perros, y se puede asociar una raza de perro a cada persona... Por ejemplo... Podemos encontrar el Bulldog Francés, que es muy mono y muy achuchable, siempre tienes ganas de darle mimos. El chow chow, con su precioso pelaje, su lengua lila, y sus ganas de estar montando juerga siempre. El pastor alemán, bueno, fiel, leal, con una buena planta, inteligente... El husky que a veces parece que este no es su sitio, pero sin embargo, en el fondo, nos encanta. El bobtail, con su PEDAZO de pelo, que es más
bien un peluche. El Schnauzer pequeño, que es un terremoto, y siempre está atento a todo lo que pasa. El yorkshire, ese perrillo pequeñito y tan adorable, que parece que es un perro chic y siempre lleva cosas ideales. El rottweiler, con mucha fuerza, y que hasta da miedo, pero en el fondo es un buenazo. El labrador
(o Scottex como lo conocemos) leal, hermoso, el claro ejemplo de perro perfecto. El beagle, ese perrito tan bonito que está en todas las camisetas, y que es simple, pero adorable. El collie, que hace todo bien, como el perro de los Simpsons. El galgo, tan elegante y bello. El chihuahua, pequeñito, pero que allá
donde va se hace notar. El cocker, que dicen que están locos. El dálmata, que por sus manchas hace que tenga un estilo diferente, pero genial, y siempre va orgulloso de ser cómo es. El bulldog, con pinta de malas pulgas, pero es un trozo de pan. El caniche, con sus particulares rizos. Y por último, el westin que es muy achuchable.
De todos, yo no puedo elegir. Los adoro.
Dicen que los perros se parecen a sus amos... ¿No será que los amos se parecen a sus dueños?

domingo, 27 de febrero de 2011

Dentro del laberinto

¿Qué es lo que quieres? ¿Oir un cuento? ¿Eh? Muy bien.
Érase una vez una muchachita cuya madrastra la obligaba siempre a quedarse en casa cuidando del bebé, y el bebé era un niño mimado lo quería todo para él y la jovencita era prácticamente una esclava... Pero lo que nadie sabía era que el rey de los Goblins se había enamorado de la chica y le había dado ciertos poderes. Así que una noche cuando el crío había sido especialmente cruel con ella llamó a los Goblins pidiendo ayuda. "Di las palabras correctas", dijo el Goblin, "nos llevaremos al bebé a la ciudad de los Goblins, y tú serás libre..." Pero la chica sabía que el rey de los goblins se quedaría al bebé en su castillo para siempre, para siempre, para siempre y lo convertiría en un goblin y por ello la chica sufría en silencio. Hasta que una noche cuando estaba cansada después de un duro día de trabajo en casa y herida por las duras palabras de su madrastra no tuvo más fuerzas para aguantar...
Ojalá... Ojalá... No puedo soportarlo más. ¡Rey de los Goblins! ¡Rey de los Goblins! ¡Si estás por aquí, llévate a este niño bien lejos de mí!... Ojalá supiera qué decir para hacer que los goblins vinieran y se te llevaran...
Ojalá... Ojalá... Ojalá vinieran los goblins y se te llevaran... Ahora mismo.

viernes, 25 de febrero de 2011

Moccia

No por despecho. Porque así las cosas no las sientes de verdad. Porque así no dura lo que tenga que durar. Porque no siempre un clavo saca otro clavo. Porque no es sincero. Porque no es justo. Porque las cosas se tienen que hacer bien.
Porque tú lo sientes. Porque tú lo sabes. Algo no va bien. Y lo mejor es darse cuenta a tiempo, para no estropearlo todo.
Sí, vuelvo a escribir como Moccia, pero me encanta, y en realidad, todos pensamos así. Pocas veces tenemos un monólogo interno que sea totalmente claro, ¿verdad?
Frases. Frases inconexas. Frases sin sentido. Frases llenas de sentido. Palabras. Una simple palabra que te puede hacer cambiar completamente de opinión. ¿Alguna vez te has parado a pensar en lo que piensas? ¿En cómo piensas? Interesante, ¿verdad?
Estar bien. ¿Estás bien? Mejor de lo que me imaginaba. Esto me gusta. Me gusta estar así. Me gusta volver al principio, poco a poco. Se está bien así, ¿no es cierto? Cómoda. A gusto. Alegre. Así me siento, así quiero estar. Y lo que tenga que venir, ya vendrá. No hay que buscar nada, todo viene solo.
Aunque me han dicho una cosa... Empieza a oler a fallas...

jueves, 24 de febrero de 2011

Sin tu luz, el apagón

Como Romeo sin Julieta, como un sábado sin fiesta. Como un altavoz sin sonido, como una sonrisa sin ganas. Como una noche sin luna, como una día sin luz. Como un beso sin amor, como unos ojos sin brillo. Como un abrazo sin cariño, como una pena sin llanto. Como un invierno sin frío, como una mirada sin complicidad, como un verano sin playa. Como una melodía sin notas, como un camino sin dirección. Como un album sin fotos. Como Babi, sin H. Como una clase sin alumnos, como un parque sin niños. Como un recuerdo sin sentimientos. Como una hoja en blanco, como un teatro sin aplausos. Como yo sin ti, como tú sin ella.
Como un amor no correspondido, como una llamada sin respuesta.
Como una fiesta sin amigos, como una BB sin contactos. Como unas fallas sin polvora, como una comida sin coca-cola, como una bolsa de chuches ya empezada. Como una colonia sin olor, como ir al cine sin palomitas, como un marco vacio. Como partido de futbol sin pelota, como una cocacola sin su mora. Como una mirada que no te hace grande, como la lluvia sin agua, como el yin sin el yan. Como un cielo son estrellas, como un dia de san valentin sin piruleta de corazón. Como un concierto sin canciones. Como una mañana sin sueño, como un amor sin sus tres metros sobre el cielo. Como una moto sin ruido, como un bolso vacio. Como una pregunta sin respuesta, como una noche sin luna. Como un recuerdo sin memoria.

M.V y P.C

miércoles, 23 de febrero de 2011

El rey ha muerto

Hoy he recordado una anécdota que me contó una profesora de interpretación.

No recuerdo la obra de teatro que era pero había un actor que sólo tenía una frase en toda la obra.

El tipo tenía que estar detrás del escenario todo el tiempo y en un momento dado tenía que salir a escena gritando:

“¡El rey ha muerto!”

Sencillo, ¿no?

Pues bien…

Uno de los días el tipo se quedó dormido y cuando abrió los ojos no tenía ni puta idea de en qué momento de la obra estaban.

Le entró el pánico y salió a escena gritando:
“¡El rey ha muerto!”

En ese momento el personaje que hacía de Rey apareció por el otro lado del escenario bajando unas escaleras.

Se hizo el silencio.

Y el tipo miro al público y dijo:
“Pero ya se encuentra mucho mejor”.

Os aseguro que daría cualquier cosa por ver un momento así alguna vez en mi vida.

Eso es comedia.

martes, 22 de febrero de 2011

Escribir. Soñar.

Otra manera de escribir. Otra manera de soñar...
Es lo que tiene cuando le pillas el vicio a un estilo de escritura, pero eso no quiere decir que no seamos capaces de escribir de otra manera. Sólo es un vicio.
Que conste que estoy intentando llevar esto como una metáfora, pero no sé hasta dónde me llevará, pero más o menos me puedo hacer una idea.
Escribir es una manera de soñar. Cuando escribimos, soñamos. Al igual que cuando te imaginas una conversación, es otra manera de soñar. Y eso nos gusta. Aunque esa conversación no se realice nunca, o no salga como esperamos. Soñamos y es bonito, ¿verdad?
"Cuando me duermo nadie sueña más que yo" dice Maldita Nerea. Y es verdad. Incluso despierta, estoy segura de que nadie sueña más que yo. Porque me encanta soñar. Y lo malo de eso es que cuando me toca actuar... Todo sale al contrario de lo que imaginas. A veces es peor, a veces es mejor, pero siempre diferente.
Así que a coger todos mi técnica. Sueña, pero no apartes tus pies del suelo.

lunes, 21 de febrero de 2011

La capacidad emocional de un ladrillo

- Una persona no puede sentir todo eso, explotaría.
- Tienes la capacidad emocional de un ladrillo...


¿Y a quién no le gustaría? No poder sentir más de lo que debes, quieres o puedes. Tener un simple sentimiento, solo uno. Sin trampa ni cartón. Sencillo.
Pero no, tenemos que sentir más, sentirlo todo, sentir hasta que explote, sentir hasta que no puedes más, sentir hasta que te hartas, sentir hasta que te rayas, sentir hasta que un día acabas con todo y dices: BASTA. Pero sabes que no puedes. Sabes que no vas a decir basta. Porque te gusta sufrir. Porque te gusta sentir. Porque la recompensa es buena. Porque el premio es muy grande. Y ahí estás, insistiendo. Dándolo todo. ¿Y para qué? Para gastarte. Para cuando llegue esa recompensa cuando te arriesgas, decir: Ha merecido la
pena.
La felicidad es muy relativa. Porque cuando sientes todo, te sientes feliz. Ese maldito y maravilloso juego llamado coqueteo. A todos nos gusta. Lo odiamos, pero nos gusta. Porque así somos. Masocas. Y así seguiremos siendo hasta que el mundo deje de ser mundo.
Tener poca capacidad emocional, nos haría las cosas más sencillas. O mejor aún, volver a nuestra infancia haría las cosas más sencillas. Cuando te gustaba alguien, lo decías, y punto. Sin rodeos. Tal cual. Y era maravilloso. Pero ahora que tenemos consciencia no decimos nada... Ay, ilusos.
Así que yo pido, por un día, tener la capacidad emocional de un ladrillo. Para ver qué pasa. Para ver cómo reacciono. Sería bastante interesante. Pero sabemos que eso no va a poder ser, porque... La vida sin complicaciones, no tiene gracia.

domingo, 20 de febrero de 2011

Actúas poco...

¿Nunca has tenido la horrible sensación de querer gritarle a alguien a la cara? Y decirle claramente: Mírame, yo QUIERO hacerte feliz.
Porque es así. Porque lo sientes así. Porque tú sabes que puede ser así. Pero no sabes cómo hacerlo para que se dé cuenta. O por lo menos para que te den esa oportunidad.
Lánzate.
Tienes miedo.
Atrévete.
Como cuando de pequeños jugábamos con las margaritas, pensando "me quiere, no me quiere". Solo que ahora todo es un poco más complicado. Mucho más.
Y te sientes como una imbécil. Te ilusionas. Te vuelves a sentir mal. No dejas de pensar en él. Te amargas. Te vuelves a ilusionar. Le quieres. Lo odias. Lo aborreces. Te encanta. Cada vez más. Bucle.
Porque es así. Porque nos gusta sufrir. Porque buscamos el amor. Y el amor nos busca a nosotros.
"Para estudiar arte dramático, actúas poco..." Creo que es hora de actuar. Estoy perdiendo demasiado el tiempo. Y que sea lo que Dios quiera. Porque sí, ya basta, ¿no? Necesito saber. Necesitas saber. Valentía y al toro.
Aunque sabes, que todo lo que piensas, no va a ocurrir. Pero te imaginas la escena, de la manera más bonita posible. Y te conformas con eso, porque no quieres fastidiarla, porque no quieres sufrir más. Te quedas como estás. Pero digo yo... En algún momento tendré que actuar... O en algún momento podrías actuar tú...
¿No?

Etapas

Las etapas en la vida son algo sorprendente. Empiezas una que parece que no va a acabar nunca, pero sin embargo esa etapa hace que comiences una mejor, mientras la primera se queda en decadencia. Es triste ver cómo una cosa importante de tu vida se va deteriorando poco a poco. Con tantos buenos y malos momentos que recuerdas... Todo se esfuma.
"Se puede vivir eternamente; pero la eternidad escapa al cálculo". 'Siempre' puede tener muchas connotaciones. 'Siempre' puede ser un minuto, un año, diez... Pero nunca es el 'siempre' que nos imaginamos. La mayoría de veces es mucho menos de lo que pensamos, y pocas veces es más tiempo del idealizado.
Por eso hay que disfrutar cada una de las etapas de la vida, porque nunca sabes cuando va a acabar. Lo mejor de todo es tener suerte, y que la etapa vivida te traiga una mejor, donde vives cosas que jamás has llegado a imaginar...
Así que me alegro de estar dónde estoy, y me alegro de haber estado donde he estado, porque esas cosas son las que me han hecho ser quien soy ahora, y eso me gusta. Mucho.

jueves, 10 de febrero de 2011

Tu obra de teatro

No es mentira, ni es verdad... Es teatro.
Pero quién ha dicho que la verdad sea cierta. Hay muchas verdades. Mi verdad. Tu verdad. Y todas las verdades que se hayan en un mismo sujeto. Incluso existen las verdades encubiertas, las cuales no podemos calificar de mentiras. Verdades modificadas. Verdades mentidas. Verdades que nos creemos. Y verdades que no queremos creer.
Y quién dijo que la mentira sea falsa. Nos inventamos mentiras a diario. Incluso nos mentimos a nosotros mismos. Y quien diga lo contrario, miente. Mentimos para no hacer daño. Mentimos porque no nos atrevemos a decir la verdad. Mentimos por el simple y llano hecho de mentir. Mentimos para hacer daño. Mentimos para no perder. Mentimos, incluso, para sentirnos mejor.
Tapamos la verdad con mentiras. Tapamos la mentira con verdades.
Falseamos.
Escondemos.
Disfrazamos.
Actuamos.
Todo eso es teatro. La vida es teatro. "El mundo es un gran escenario. Y simples comediantes los hombres y mujeres". Todos somos actores. Cada uno es el director de su propia vida. La casa es el atrezzo. Los amigos los parteners. Los padres los iniciadores de la idea. Pero tú, tú eres el protagonista.
¿Te atreves a vivir tu propia obra de teatro?

Así de sencillo

Te quiero. Y no como se quiere a un amigo, aunque creo que somos grandes amigos. Y tampoco de ese modo que... que se tiene cariño a un perrito, supongo que tú lo definirías así. Te amo. Es muy sencillo, y muy sincero. Eres el compendio de todo lo que he buscado siempre en otro ser humano. Sé que tú piensas en mí sólo como amigo y cruzar esa línea es lo más alejado a una opción que vayas a considerar pero... Huh... Tenía que decirlo. Es que ya no puedo soportarlo más. No puedo estar junto a ti y reprimir mis ganas de abrazarte. No puedo mirarte a los ojos sin sentir esa pasión que sólo se lee en las novelas románticas baratas. No puedo hablar contigo sin poder expresar el amor que siento por todo lo que eres. Sé que esto, seguramente, joderá nuestra relación. No va con segundas. Pero tenía que decirlo. Porque nunca había sentido algo así. Y no me importa... Me gusta quién soy debido a esto. Y si sacarlo a la luz significa que ya no vamos a poder salir juntos, entonces me duele. Pero, Dios, es que no puedo dejar pasar otro día sin soltarlo todo. Independientemente de las consecuencias, las cuales, a juzgar por tu mirada, serán inevitable rechazo. Y, ¿sabes? Eso lo aceptaré. Pero sé, sé que una parte de ti está dudando en este momento, y ese momento de duda significa que tú también sientes algo. Todo lo que te pido es que por favor no te niegues a ese sentimiento e intentes aceptarlo durante diez segundos. Dios... No hay otra alma, en este jodido planeta, que nunca me haya hecho sentir sere la mitad de la persona que soy cuando estoy contigo. Y arriesgaría esta amistad, por tener la posibilidad de tener algo más. Porque creo que es algo que está entre tú y yo, no puedes negarlo. Incluso si  nunca... Si nunca volvemos a hablar después de esta noche, por favor entiende que me has cambiado para siempre por ser quien eres y por lo que significas para mí.
http://www.youtube.com/watch?v=GNXexbKrv8Y