Tú pasas tan cerca de mí, que me robas la calma. Yo trato de escapar de ti y se me enreda el alma. Tú pasas tan cerca de mí, iluminando el mundo y ya no dejo de pensar en ti un solo segundo...
Y esa sonrisa... Esa fugaz sonrisa, que a veces, inconsciente, surge. Esa sonrisa, que a veces, va dirigida a mí, hace que mi mundo gire, y sea un poco más bonito.
Las cosas al final, siempre salen bien, cómo en las películas. Aunque a veces pensemos que ese no es nuestro final feliz, en realidad, acaba siendo mejor que el cuento mismo. Porque la realidad, a veces supera la ficción. Y mi realidad, ahora mismo, es muchísimo mejor que cualquier ficción.
Sonrío interiormente de nuevo, y eso ya es mucho.
oisss me gusta y me alegro por esa sonrisa interior, pero, ahora lo que tienes que hacer es convertirla en una sonrisa exterior :)
ResponderEliminarbesitos my amiguita abrazable(aunque nos peguemos como samurais)