Érase una vez una niñita que se fue de su casa a otra ciudad para estudiar lo que ella quería, dejando todo atrás. Casa, familia, amigos... Y en algunos momentos esa niñita echaba mucho de menos su casa. Muchísimo.
Últimamente las cosas se estaban torciendo un poco (en según qué sentidos), y necesitaba un poco de apoyo de su madre y de su padre, que siempre han tenido (y tienen) una palabra que la ayuda a seguir adelante. Últimamente, la niñita echa mucho de menos a sus padres. Intenta hacerse la valiente, para que ellos no lo pasen mal, pero en el fondo, sabemos que es una blanda y una sentimental. Y es normal, porque esa niñita es hija única, y el cariño más grande que ha recibido siempre ha sido por parte de sus padres. Que no se está quejando de que no tenga cariño, ni mucho menos. Al contrario. Simplemente, les echa de menos y no puede evitarlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario